user/ mayo 19, 2006/ Articulos/ 0 comments

 He preparado una traducción de un texto que nos habla de esta tan apreciado gas. Espero que sea útil

Cosas sobre el CO2

El dióxido de carbono, o CO2, se ha usado como propelente en armas al menos desde 1870, cuando el francés Paul Giffard lo empleó por primera vez en sus armas de galeria de 6mm y 8mm. En la época de Giffard, el CO2 era tan novedoso que los usuarios de sus armas tenían que enviar los cilindros a recargar a un almacén central, ya que no existía otra forma de conseguir este gas.

A finales de la década de1940, Crosman puso a la venta galerias de tiro para empresas, como entretenimiento para sus empleados. Estas canchas para ocho tiradores eran mucho más baratas que una pista de bolos de una sola calle, además de requerir mucho menos espacio. Muchos comedores para empleados se convirtieron en galerias de tiro y las empresas comenzaron a patrocinar campeonatos de tiro.

 

 

 

 

Hacia 1940, Crosman adaptó las botellas militares de CO2 de 4 onzas a su rifle neumático "Silent", que es el arma que los coleccionistas llaman hoy el “CG” (compressed gas). Nunca fue puesto a la venta al público. Formó parte de un plan de marketing de galerias de tiro que Crosman realizó durante unos años después de la Segunda Guerra Mundial. Los rifles disponian de un depósito que colgaba hacia abajo (como el que se muestra) o de otro que se inclinaba hacia atrás. Se fabricaron en un calibre patentado de .21 y en el más convencional .22. Esta fue la primera experiencia norteamericana en armas de CO2.

Las armas empleadas para este propósito fueron rifles standard Crosman, adaptados para funcionar con botellas de CO2 de 4 onzas que la empresa compró muy baratas como material excedente de guerra. Estos rifles jamás se vendieron directamente al público, ya que la campaña de marketing estaba enfocada a la venta de galerias de tiro completas y no a la venta de armas de forma aislada.

En la actualidad, estas armas “CG” (por compressed gas) son material de coleccionista, pero el concepto ha renacido con las armas “Crosman AirSource”.

 

 

 

Crosman ha cerrado el ciclo al ofrecer de nuevo un rifle de CO2 “bulkeado”. Este 1077 está adaptado para usar las nuevas botellas de 3.2 onzas, así como las convencionales de 12 gramos.

Los “Powerlet”
La empresa Benjamin fabricaba armas de CO2 que usaban cartuchos de 8 gramos, muy populares en la época, llamados "Sparklets" a finales de la década de 1940. Estos cartuchos eran muy utilizados en las botellas de agua seltzer, muy en voga en aquellos años.

 
Después de las armas CG, Crosman presentó unas series de pistolas y rifles con carga “bulk” que duraron en el mercado hasta mediados de los 50. El modelo 111 de la imagen, de calibre  .177 está en su caja original, con su botella bulk de 280 gramos y manual de instrucciones.

 

Crosman también fabricaba armas para venta general, pero se parecian más a las de Giffard, porque se cargaban con botellas separadas de 280 gramos y tenian que devolverse para recargar. Hoy en dia, esas armas son llamadas “bulk-fill guns”, y continuan en producción, aunque no por Crosman.


El pequeño cartucho de 8 gramos ha sido sustituido por el de 12 gramos inventado por Crosman. Desde que surgió este cartucho, el término “powerlet” se aplica a todos los cartuchos de este tamaño, sin diferenciar su fabricante.

 A mediados de los 50, un empleado de Crosman convirtió una de sus pistolas “bulk-fill” para albergar un nuevo modelo de cartucho más largo de 12 gramos. Habia nacido la Crosman 150 .Ya no se fabrica, pero aquel novedoso cartucho si, y se conoce en el mundo entero con el nombre que Crosman le dió: Powerlet.

Probablemente, el 95% de todas las armas actuales usan estás cápsulas de 12 gramos. Se fabrican por todo el mundo y ya ha perdido sus lazos con la marca para ser de aceptación mundial.

El número de disparos que saquemos de una cápsula depende de cuánto gas use el arma por cada tiro. Una cifra orientativa serian unos 50-60 disparos para una pistola y unos 40-50 para un rifle. Hay excepciones a esta regla con armas peculiares, como la checa APP 661, que tiene una válvula muy limitadora y da unos 100 disparos a 68.5 m/s.

CO2 y presión
El CO2 es un gas cuando está a temperatura de –57º C y a presión de 60.4 psig (libras por pulgada cuabrada). Es un compuesto muy complejo, y una de sus propiedades únicas es su gran capacidad de sublimación (cambia muy rápidamente de estado sólido a gaseoso sin pasar por el estado líquido).

A 21ºC, el CO2 ofrece una presión de 58.77 bar cuando está confinado en un envase. Si hay más gas en el recipiente, adoptará forma líquida. Así pues, el estado del CO2 envasado a presión (por ejemplo, en una cápsula a temperatura ambiente) es un gas presurizado que “flota” sobre un líquido. Si se libera el gas, por ejemplo debido al funcionamiento de una válvula, parte del líquido remanente pasará de forma instantánea a fase gaseosa, hasta que la presión se iguale para esa temperatura.

Es importante entender que la presión del CO2 está determinada por la temperatura, y no por la compresión del gas. Si comprimiéramos CO2 gaseoso por medios mecánicos, se convertiría en líquido aI alcanzar la presión adecuada. La presión dentro de una cápsula de 12 gramos permanece constante hasta que se agota todo el líquido. Una de estas cápsulas tiene la misma presión interna que un depósito “bulk” de 280 gr, si ambas están a la misma temperatura. Por lo tanto, las armas de CO2 no pierden velocidad mientas disparamos hasta que el líquido se acaba.

También hay que recordar que CO2 es un gas refrigerante. Es decir, se enfria cuando pasa de estado líquido a gaseoso y se expande. Por tanto, cuando disparamos un arma de forma rápida, el gas la enfriará considerablemente. Debido a que la presión del CO2 se fundamenta en la temperatura, la presión del gas caerá si se hacen disparos en sucesión rápida. En pruebas prácticas, se han visto reducciones de velocidad de más de 30 m/s en series largas de disparos. Esto afectará al punto de impacto del proyectil aunque el blanco esté muy cerca del tirador. Por lo tanto, si queremos disparar de forma precisa con un arma de CO2, no debemos disparar deprisa. Con armas de competición, se suelen dejar intervalos de espera de al menos 15 segundos entre tiro y tiro para que la temperatura pueda recuperarse. Si estamos “plinkeando”, no hace falta esperar tanto.  

En dias muy calurosos, la presión del CO2 puede subir rápidamente y alcanzar un nivel de peligro. Cúal es ese nivel depende de la cantidad de líquido que quede en la cápsula o el depósito. Los depósitos más grandes disponen de dispositivos de seguridad de escape si hay exceso de presión, que vacían todo el gas del depósito. Obviamente, es peligroso dejar un arma de CO2  o las capsulas dentro de un coche al sol.

¿A qué velocidad dispara mi arma?
Con ciertos tipos de armas de aire comprimido, esta pregunta tiene difícil respuesta si no cronografíamos los disparos. Pero con el CO2 la velocidad depende de sólo unas pocas variables. Con un poco de experiencia, se puede estimar la velocidad a la que un arma de CO2 disparará. Por ejemplo, un cañón corto disparará más despacio que uno largo. Una pistola con un cañón de 4” disparará entre 75 y 115 m/s. Como no hay una forma fácil de aumentar la presión y no hay suficiente longitud de cañón para aprovechar esta presión extra aunque se pudiera conseguir, este rango de velocidades se ajusta muy bien a la mayoria de armas. Una pistola con cañón de 5" andará entre los 120 – 152 m/s. en calibre 4.5 y unos 105-137 m/s en calibre 5.5.

 

 
Umarex fabrica varias réplicas en CO2 de famosas armas de fuego.
El revolver S&W 586 dispara más rápido que la pistola Walther CP88 porque tiene un cañón más largo.

En un rifle del 4.5 con cañón de 20", lo normal son de 205 a 230 m/s. Con el mismo cañón y en 5.5 la velocidad sería entre 175 y 205 m/s. Existen unos rifles filipinos de calibre 5.5 con cañones un poco más largos que pueden dar más de 275 m/s en un dia muy caluroso, pero en dias más templados se situan en la franja de los 243 m/s. Estas armas tienen válvulas muy abiertas y se construyen para disparar tan rápido como sea posible. Por válvulas abiertas queremos decir que el orificio a través del cual pasa el gas es muy grande y el muelle de retorno de la válvula está balanceado contra el peso del martillo y la fuerza del muelle principal para mantener la válvula abierta en mayor tiempo posible.


Las claves para tener velocidades más altas con un arma de CO2 son pues: temperatura ambiente alta y tener un cañón largo. Además, este tipo de propulsión normalmente ofrece más potencia con balines más pesados, por lo que el calibre 5.5 es preferido sobre el 4.5 cuando se demanda potencia.

Notas sobre el CO2

1. Las armas de CO2 no pierden velocidad durante los disparos.
Los primeros dos o tres tiros tendrán más velocidad porque parte de CO2 líquido llega a la válvula y se expande dentro de ella o en el mismo cañón, aumentando la densidad de la carga de gas. Tras esto, obtenemos un gran número de disparos con la misma velocidad. El único factor que puede reducir la velocidad es el tiro rápido, que enfría el arma. Si se para y se permite que el arma se caliente, la velocidad se recupera fácilmente.

A medida que se agote el CO2 líquido, la presión empezará a caer rápidamente y la velocidad también.


2. Las armas de CO2 no funcionan bien con otros gases.
Para funcionar correctamente, un arma necesita una presión constante de unos 62 bar. Sólo el dióxido de carbono puede ofrecer esa presión a temperatura ambiente. Además, el tiempo de trabajo de una válvula de un arma de CO2 es MUCHO más largo que el de un arma de aire comprimido funcionando a presión similar, porque la molécula de dióxido de carbono es mucho mayor que cualquier átomo de gas que se encuentran en el aire. Si tuviéramos que recargar un arma de CO2 a 62 bar con aire normal, obtendríamos uno o quizá dos disparos potentes y luego la velocidad caería rápidamente. El aire, al ser mucho más ténue, fluye a través de la válvula con más rapidez ,lo que proporciona mayores velocidades hasta que la presión se desploma.

3. Algunas armas requieren que se retire el depósito de gas despues de disparar.
Y otras no. Hay armas que han estado cargadas con aire durante 20 años y disparan como si fueran nuevas. El tiempo que un arma puede permanecer con carga de gas dentro depende de su diseño y construcción. Hay que seguir siempre las recomendaciones del fabricante.

4. Un arma de CO2 depende de sus juntas para retener el gas.La mayoria son juntas tóricas, que necesitan una fina capa de grasa o aceite para hacer su trabajo. La grasa de silicona es muy recomendable, y a tal efecto marcas como Crosman, Daisy and Gamo la venden.

5. La presión del CO2 – y, por lo tanto, la velocidad – depende de la temperatura.
Si el clima es cálido, el arma dispara más rápido. También se recomienda disparar en interiores si el clima es frio.

6. La longitud del cañón determina la velocidad en gran medida.
A este respecto, el CO2 actúa exactamente como la pólvora negra. Ambos necesitan tiempo para hacer su trabajo, y cuanto más largo sea el cañón a más velocidad disparan.

7. Una cápsula y un depósito grande de CO2 tienen la misma presión interna a igual temperatura.
Éste es un concepto difícil de comprender, pero es la razón por la que las cápsulas de CO2 son propelentes tan estupendos. Contienen suficiente líquido para muchos disparos, y son lo suficientemente pequeños para ser muy manejables. .

8. Un arma de CO2 se enfría cuando dispara rápidamente, lo que disminuye su velocidad.
Esto no se puede evitar. Hay que dejar que el arma se caliente unos segundos entre los disparos si queremos mantener una velocidad constante.
   Extraido de “Expert corner”, http://www.pyramydair.com/

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