RABERA STEYR
Os presento el último trabajo de bricolaje que he acabado, en la última tirada de ABR que hicimos en Buñol tuve la oportunidad de ver un trabajo de nuestro nuevo socio Alfonso una rabera adaptada a la cantonera original de su Steyr, le pedí que me dejase encarar el arma dándome muy buenas sensaciones de equilibrio sobre todo en las posiciones de rodilla y de pie.
Hablé con Alfonso acerca de la manufactura de la rabera comentándome que llevaba mucho trabajo de torno y fresadora.
No dejé de darle vueltas a la cuestión de cómo fabricar algo similar sin tener acceso a estas máquinas para realizar el mecanizado de las diferentes piezas.
Después de mucho pensarlo se me ocurrió la forma de hacerlo con las máquinas y herramientas de que dispongo y así con más fe y ánimo que otra cosa comencé a recopilar imágenes de las raberas que encontramos en el mercado para hacerme una idea lo más precisa posible de su diseño.
Una vez estaba claro el diseño comencé a recopilar los materiales necesarios, estos son los siguientes:
Ø Varilla maciza de aluminio de 10 mm. de diámetro.
Ø Pletina de aluminio de 17 mm. de grosor.
Ø Tornillería variada.
Ø Juntas tóricas de 8 mm diámetro interior x 2mm de hilo.
Todos los materiales son de fácil adquisición en ferreterías industriales a excepción de la pletina de aluminio, llegué a plantearme fabricar la pieza de anclaje en madera dura pero en una visita a la planta de reciclaje de mi pueblo encontré unas piezas de maquinaria inservible que podrían servir para el proyecto.
En cuanto a las máquinas y herramientas usadas, estas han sido las siguientes:
Ø Taladro de columna.
Ø Taladro normal.
Ø Sierra para metal con un par de hojas.
Ø Caja de ingletes.
Ø Calibre, regla y escuadra.
Ø Machos de roscar de diferentes medidas.
Ø Limas y piedra de afilar.
Ø Lija de agua y lana de acero.
Ø Tornillo de banco.
Ø Gatos de carpintero.
Ø Puntero.
Ø Lápiz.
Ø Martillo.
LA FABRICACIÓN
Barra vertical
Para empezar hay que sustituir la barra vertical sobre la que desliza la cantonera original de la carabina por una 60 mm. más larga sobre la que se sujetará la pieza de anclaje de la rabera.
Empezamos cortando la barra de aluminio a las medidas adecuadas con la sierra de metal y la caja de ingletes para conseguir un corte perpendicular, ahora habremos de mecanizar los agujeros para poner los tornillos que anclan esta pieza a la carabina, tomamos medida de la distancia entre centros de la barra original y hacemos los taladros con broca de 3.5 mm y taladro de columna para que queden bien perpendiculares, hay que tener cuidado en este punto de que los taladros queden en el mismo eje longitudinal de la barra.
Una vez realizados ambos taladros de 3.5mm de diámetro se tallan las roscas con un macho de métrica 4, esta es la medida de los tornillos originales, en cuanto a la longitud de los tornillos que se sustituyen es la misma que las de los originales para que no sobresalgan de la barra y la cantonera pueda deslizar bien .
Presentamos la nueva barra en su sitio y ponemos los tornillos con sus arandelas y una vez apretados comprobamos que la pieza queda bien firme y que la cantonera desliza sin dificultad, he sustituido los tornillos originales pavonados por tornillos de acero inox, pues es una pieza que por su uso estará cerca de sudores que podrían oxidarlos.
En la parte final del artículo se describe como se hizo el acabado de esta pieza.
Imagen de la barra vertical nueva y original, se observa la diferencia de tamaño, los agujeros para los tornillos deben tener idéntica distancia.
Roscado de los taladros de la barra vertical
La pieza de anclaje
Esta es la pieza que unirá la rabera en sí a la carabina por ello debe de garantizar un anclaje lo más firme posible.
Para realizar esta pieza usaremos dos pedazos rectangulares de pletina exactamente iguales, casamos las piezas y las montamos sobre la caja de ingletes con un par de gatos de carpintero que las mantengan firmes mientras las cortamos por la guía perpendicular con la sierra de metal y mucha paciencia hacemos el corte, una vez cortadas sobre una de ellas marcamos el lugar donde se mecanizarán cuatro agujeros, estos estarán emparejados en columnas dos a dos y separadas ambas parejas entre ellas 15 mm., una vez marcados con el puntero dibujaremos una “X” entre el superior izqdo. Y el inferior dcho. Y el inferior izqdo. Y el superior dcho. En el lugar donde se crucen ambas aspas marcaremos otro punto con el puntero.
Marcas de los puntos de Taladrado en forma de “5” de un dado Proceso de corte con sierra de ingletes
Ahora es el momento de coger las dos piezas idénticas casarlas de nuevo y montarlas firmemente sobre la mordaza del taladro de columna sin que se muevan absolutamente nada.
Se realizan 5 agujeros con una broca de 3.5 mm que taladran totalmente la primera pieza mientras que la segunda solo lo hacen en 5 mm. de profundidad.
Ahora pasamos a mecanizar los taladros. En cada pieza el mecanizado es diferente.
– 1ª pieza, los tornillos de M4 deben de pasar libres por los agujeros por lo que repasamos estos con una broca de 5 mm. salvo el agujero central donde irá alojado un prisionero de M5, este lo hacemos con una broca de 4.5 mm.
Ahora tallamos una rosca en el agujero central con un macho de M5. Los otros cuatro los repasamos hasta una profundidad de 5 mm. con una broca de 5.5 mm. para hacer el alojamiento de la cabeza de los tornillos y que estas no molesten en la parte interna del brazo cuando encaremos el arma.
Proceso de taladrado con taladro de columna Rebajes en los taladros para alojar las cabezas de los tornillos
– 2ª pieza, en esta pieza solo hay que tallar roscas de M4 con el macho adecuado, el agujero central se perderá en su totalidad en la siguiente operación.
Roscado de los agujeros para los tornillos
Una vez mecanizadas todas las roscas limpiaremos los restos de material eliminaremos las rebabas y montaremos ambas piezas con sus correspondientes tornillos, (en el agujero central de momento no montaremos el prisionero de M5 que nos hará el anclaje real a la barra vertical)
Con todos los tornillos montados y bien apretados tenemos una pieza en la que hay que mecanizar dos agujeros, uno el la cara superior para alojar la barra vertical y otro en la cara lateral izquierda donde ira alojada la 1º pieza de la rabera.
Montamos la pieza en la mordaza del taladro vertical y hacemos un taladro pasante de 9.5 mm. de diámetro justo en donde se unen ambas pletinas y a medio camino entre las 2 filas de tornillos.
Giramos la pieza 90 grados y hacemos un agujero ciego de 35 mm de profundidad justo donde se unen ambas pletinas pero un poco desviado a lo que será la parte superior de la pieza, de esta forma habrá menos “escalón” entre la parte inferior de la cantonera y la rabera.
Desmontamos todo suavizamos las rebabas y procedemos a montar la pieza de anclaje en su lugar es decir amordazando la barra vertical para ello vamos apretando los tornillos en cruz hasta que la pieza se mantenga agarrada sobre la barra pero no firme, para eso es el 5º agujero donde va alojado el prisionero, ya se verá porqué esto es así en el modo de funcionamiento.
Habremos de taladrar otro agujero con su correspondiente mecanizado de rosca para colocar un prisionero que agarre la propia rabera, este se realizará en el centro del canal que forma el agujero ciego y a 10 mm. del borde izquierdo
Taladrado de los agujeros para la rabera y la barra vertical
Las barras
Las dos últimas piezas forman la rabera en sí, una vez más usando la caja de ingletes cortamos 2 barras de 170 mm. y 70 mm respectivamente, el método de mecanizado para hacer la articulación es igual para ambas.
Se coloca la barra de forma vertical sobre el tornillo de banco y se hace un corte longitudinal y por el centro de la barra de 15 mm de profundidad, ahora se coloca en la caja de ingletes y haciendo coincidir el corte con la guía recta de la caja se corta hasta el centro, de esta forma se consigue que en uno de los extremos de ambas barras solo halla media barra.
Cortes realizados en ambas barras para hacer la “bisagra”
Cogemos ambas barras y las casamos en la zona donde antes hemos hecho los cortes, las presentamos de esta forma sobre la mordaza del taladro de columna las sujetamos con firmeza y por su centro y a 7.5mm del extremo hacemos un agujero pasante de 2.5 mm de diámetro.
Ahora toca el mecanizado de la rosca. En la barra larga y sobre el agujero de 2.5mm retaladramos a 3.5mm para que un tornillo de M3 pase sin problemas, en la barra corta y sobre el taladro pasamos un macho de roscar de M3, presentamos las barras en su posición y ponemos un tornillo de M3 que nos hará de eje de la “bisagra”, aunque aun no se puede articular pues las aristas de los extremos mecanizados nos impiden el movimiento, ahora nos fijamos bien cuales son las aristas que estorban pues esta bisagra solo queremos que cierre para un lado, así pues redondeamos estas con la lima dejando las demás solo con un poco de lija para quitar rebabas.
Aristas a redondear para que la articulación pueda pivotar
A continuación se realiza el paso de “mecanizar” las entallas donde se alojarán las tóricas, para este proceso lo ideal es disponer de un torno pero si no se tiene se puede hacer decentemente con un taladro vertical.
Marcamos con regla y un lápiz la distancia entre las entallas, montamos la barra en el portabrocas del taladro vertical y con el tope de profundidad y el freno ajustamos una de las marcas con el borde superior de la mordaza, ahora hay que fabricar el útil de corte…. Dos hojas de sierra de metal sujetas con cinta aislarte nos van a servir, ponemos el taladro en marcha y apoyando las sierras sobre la mordaza vamos cortando las entallas, de vez en cuando paramos el taladro y verificamos la profundidad del corte, cuando el grosor de la barra en la zona de corte sea de 8.5 mm de diámetro más o menos, se lima el fondo de la entalla de la misma forma con una lima circular de 2 mm de diámetro apoyada sobre la mordaza, le damos marcha al taladro y así acabamos de asentar el fondo de la entalla.
Corte y limado de las entallas donde irán alojadas las juntas tóricas
A continuación solo hay que deslizar las tóricas en su sitio, estas se quedarán fijas en las entallas al ser más estrechas (8 mm. de diámetro interno) que la propia barra.
ACABADOS
El proceso de acabado de las piezas es un pulimentado que les da un tono mate igual que a la cantonera original del arma.
La pieza de anclaje se acabó limando en primer lugar las aristas vivas para después lijar en húmedo con lija de agua de grano 600 y terminarla con un pulido con lana de acero “0000”
El proceso de las barras se hizo de otra forma, cada barra se puso en el portabrocas ( sin apretar demasiado para no marcarlas ) de un taladro convencional y este montado sobre un apoyo, con las barras girando a máxima velocidad en el taladro se procedió con el mismo método de lijado y pulido. Los extremos se acabaron con una piedra de afilar plana y aceite para eliminar las marcas de los cortes y redondear las puntas.
Lijado y pulido de las barras para el acabado final
Acabado de los extremos con piedra de afilar plana Piezas antes y después del proceso de pulido
MONTANDOLO TODO
Llegó el momento de montarlo todo, ponemos los tornillos de la pieza de anclaje uniendo las dos pletinas, pasamos la barra vertical por su alojamiento y tensamos un poco más los tornillos, lo suficiente para que la pieza de anclaje quede sujeta a la barra pero no firme todavía.
Montamos la rabera en su alojamiento en el lateral de la pieza de anclaje y ponemos el prisionero que la sujeta.
MODO DE EMPLEO
Si en el paso anterior hubiéramos apretado la pieza de anclaje con fuerza ahora no cabría la posibilidad de regular la altura de la rabera a nuestro gusto, como hemos hecho las cosas bien y la pieza de anclaje no está firmemente apretada ajustamos la altura de la rabera a nuestro gusto y en el momento que encontramos un buen ajuste ponemos el prisionero que bloqueará totalmente este ajuste.
Pasamos a la rabera, comenzamos por ajustar su longitud (20 mm. de ajuste) aflojando el prisionero que la bloquea y buscando la longitud adecuada cuando lo consigamos apretaremos el citado prisionero ligeramente.
En este momento ajustamos el ángulo entre las dos piezas de la rabera aflojando el tornillo que hace de eje de la bisagra y procediendo a apretarlo hasta que quede bien fija.
Para terminar realizamos el último ajuste, la rabera gira sobre su propio eje haciendo así que su punta se dirija hacia nuestro tórax o hacia la parte interna de nuestro brazo, aflojamos muy poco el prisionero que la sujeta a la pieza de anclaje y ajustamos el giro procediendo después a un apretado definitivo que fijará la posición.
Cuando acabemos con todos los ajustes nos encontraremos con que el arma ha crecido lo suficiente para no caber en nuestra funda o maleta, no hay problema, si aflojamos el prisionero que sujeta la pieza de anclaje a la barra vertical podremos girarla hacia adelante para guardarla en posición plegada, el torque de los otros cuatro tornillos de la pieza de anclaje impedirán que todo el artilugio se vaya al suelo.
Ajuste del ángulo de la 2º pieza de la rabera
Ajuste en altura 1º alta – 2ºbaja
Ajuste en el eje axial 1º hacia dentro -2º hacia afuera
Todos los tornillos usados en la rabera incluyendo los prisioneros se aflojan y aprietan con las mismas llaves allen que la carabina trae de serie, fue algo que tuve muy en cuenta para que no fueran necesarias más herramientas que las que llevamos para montar el “Xalociador” en nuestras carabinas.
Esta es una descripción más o menos precisa de cómo fabricar una rabera para la Steyr , es ciertamente aburrida, pero si en vez de leérselo de un tirón vamos siguiendo y realizando los pasos hasta el final, creo sinceramente que todo aquel aficionado al bricolaje que lo haga pasará un buen rato además de poder decir que “a mi Steyr le ha crecido rabo”
Ajuste en el eje axial 1º hacia dentro -2º hacia afuera
Todos los tornillos usados en la rabera incluyendo los prisioneros se aflojan y aprietan con las mismas llaves allen que la carabina trae de serie, fue algo que tuve muy en cuenta para que no fueran necesarias más herramientas que las que llevamos para montar el “Xalociador” en nuestras carabinas.
Esta es una descripción más o menos precisa de cómo fabricar una rabera para la Steyr , es ciertamente aburrida, pero si en vez de leérselo de un tirón vamos siguiendo y realizando los pasos hasta el final, creo sinceramente que todo aquel aficionado al bricolaje que lo haga pasará un buen rato además de poder decir que “a mi Steyr le ha crecido rabo”